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22 septiembre 2011 4 22 /09 /septiembre /2011 21:42
La Reforma de la Constitución

 

Hoy voy a hablar de un tema que ha pasado de largo sin excesiva repercusión mediática y que sin embargo, en mi opinión, debería haber ocupado un lugar de primer orden en la sociedad. Me refiero a la reciente reforma constitucional aprobada por el PSOE y El PP. Para los que no estén informados, se trata de modificar el artículo 130 de nuestra carta magna para imponer que el Estado no pueda incurrir en déficit, salvo uno simbólico. Esta ley tiene ciertas excepciones, como casos de crisis, catástrofes naturales etc. No voy a entrar a juzgar el fondo de la reforma, si este es bueno o malo, sino su forma, cómo se ha aprobado. No obstante, debo decir que personalmente no me parece mal, salvo por algunos matices, lo que se pretende con esta reforma, pero esa será otra historia...

 

Vamos a tratar la forma, con la que no estoy de acuerdo. Supongo que ya sabrás que esta reforma se ha hecho sin referendum, es decir, sin consultar al pueblo, solo con votación parlamentaria. En esta, votaron a favor PP y PSOE, el resto de partidos optaron bien por ausentarse de la votación en señal de protesta, o bien por votar en contra o abstenerse. Para los que se lo pregunten, esta fórmula es legal: La constitución prevé que ciertas partes se puedan reformar sin referendum, y ya se hizo una vez antes (añadimos dos palabras a un artículo). Eso está pensado para cambios sin importancia, que puedan ir rápidamente, en los que haya consenso etc. Por lo tanto sí es legal. Ahora bien, Para los que se pregunten ¿Es legítimo? Yo digo que no, no lo es en mi opinión.

 

Opino que no es legítima su manera de actuar porque lo han hecho a espaldas de la soberanía popular. No acepto el argumento de que como lo han votado el 85% de mis representantes (PSOE+PP) entonces están representando el amplio consenso del pueblo. Este argumento puede valer en el plano teórico, en el de la teoría de la democracia, pero no en el práctico, en el del día a día, lo que realmente pasa. En efecto, en la teoría democrática se dice que los parlamentarios son elegidos por el pueblo y le representan, de tal manera que al hablar, hablan en su representación, y al votar lo mismo. Los representantes son representantes de todo el pueblo. ¿Es eso verdad? En la práctica no, ¿o acaso los diputados nacionalistas defienden los intereses del pueblo? No, lo harán como mucho de una parte del pueblo, el que consideran suyo, no representan a todos aunque en teoría sí lo hagan. Más aun, cuando tu eliges a un representante (en realidad no eliges a un representante, sino a un partido... pero esa será otra historia) lo haces basándote en unas expectativas, en unas promesas (idílicamente en un programa electoral, pero seamos realistas, nadie lo lee, y si lo leyeran verían que casi todos son igual de abstractos y vacíos, al menos los de los partidos tradicionales, yo he probado). Por eso lo eliges y esperas que las cumpla. ¿Alguien recuerda que prometieran reformar La Constitución para incluir límite de déficit? Pues no, no lo hicieron, de hecho solo Zapatero prometió que reformaría la Constitución, pero para permitir a las mujeres reinar en igualdad con el varón (No lo hizo por complicaciones que quizá explique otro día).

 

Un defensor de la reforma me puede decir que está bien, que no nos prometieron que la reformarían, pero que cuando nosotros votamos también esperamos que nuestros "representantes" sepan actuar ante imprevistos, y tomar decisiones. Estoy de acuerdo, y podríamos aceptar esos imprevistos, y ante ellos hay que actuar con cosas que no prometiste previamente porque no podías preverlo. Sin embargo, esas rectificaciones deben estar dentro de el "marco general" de sus promesas, del escenario que nos dibuja, opino yo. Por ejemplo, si un candidato dice que va a crear 1.000.000 de empleos, entiendo que luego creee 800.000 porque también prometió por ejemplo aumentar el salario mínimo y resulta que como la población aumentó demasiado, el coste de aumentarlo fue mayor del esperado y no pudo destinar tanto a empleo. Eso lo entiendo, es una rectificación, pero dentro del mismo escenario, y para cumplir otra promesa. En resumen, su mandato debe ser más o menos según nos anunció en sus promesas.

 

Sin embargo, en las últimas elecciones lo que se vendía al ciudadano era una época de expansión, ambos candidatos principales prometieron creación de empleo, crecimiento, mejora de la calidad de vida... no previeron la crisis. Entonces, nosotros les votamos porque nos creímos ese escenario que dibujaban. Es posible que hubiera desviaciones respecto de lo previsto, pero les permitimos representarnos porque esperábamos unos 4 años similares a los que nos dibujaban ellos, con las lógicas desviaciones que la prudencia exige considerar.

 

Entonces, erraron absolutamente en sus previsiones y por tanto en sus promesas, su gobierno y su oposición son totalmente opuestas a lo que prometieron. ¿Están legitimados entonces, siquiera un poco, para cambiar la Constitución sin haberlo prometido? Eso no entra dentro de las actuaciones ante imprevistos que una persona normal, cuando vota un determinado programa, acepta, porque tal y como le dibujaron el escenario para conseguir su voto, eso era totalmente impensable. Si querían cambiar la Constitución deberían haber dimitido y convocado elecciones para pedirnos nuestra opinión o al menos haber permitido el referendum. De otra manera están faltos de legitimación para ello.

 

Cambiando de argumento, también he oído otro muy bizarro, por el que, como nosotros votamos en su día la Constitución y la aceptamos, aceptamos todas sus normas, y por tanto aceptamos que este artículo se pudiera reformar de esta manera, por lo que es totalmente legítimo reformarlo así. Este argumento, de nuevo, encaja muy bien en la teoría de la Democracia, el pueblo soberano lo ha aceptado, y de él emana el poder por lo que es válido.

 

Bien, este argumento me parece muy pobre en la práctica, por dos razones: La primera es que por la misma regla de tres, si hubieramos votado un régimen nacional-socialista hubiera estado bien porque el pueblo lo votó. Dicho de otra manera, este argumento reduce la ley a una mera norma y la despoja de cualquier consideración moral sobre su validez. Por otra parte, es totalmente irreal que el pueblo soberano apruebe la norma por entero, aunque sea necesario ese "Axioma" para justificar la democracia.

 

Lo que pasa en realidad es bien distinto. Pensemos en el típico ciudadano de a pie que representa al 99,5% de la población adulta en el año del referendum para aceptar nuestra actual carta magna. A él le dicen: Aquí está la Constitución, ¿La aceptas? bien, el no se va a leer probablemente ni toda la Constitución, y aunque lo haga, no pensará en todas las posibles combinaciones, en todo lo que pueda pasar, ni se le pasará por la cabeza que se pueda usar la reforma de la Constitución para meter una norma sin consultarle... no, probablemente ni la lea.

 

Cuando una persona normal va a votar, lo que vota es un concepto abstracto: En el fondo, para él la pregunta en el referendum no es si aceptas o no esta norma para que te rija, en su cabeza está más bien esta pregunta: ¿Prefieres el sistema dictatorial o uno en el que puedas elegir a tus representantes y participar en las decisiones importantes, en donde el pueblo tenga el poder? Nada más. Las decenas de reglas que hay en la Constitución se le escapan, solo son desarrollos de esa idea inicial que es la que vota. Entonces el pueblo no votó que se pudiera cambiar un artículo importante sin su consentimiento, el pueblo cuando votó, votó poder elegir a sus representantes y participar en las decisiones importantes como esta, y al no hacerlo, se está defraudando a la soberanía popular que aceptó la Constitución.

 

Cuando el pueblo vota ser consultado, no lo hace necesariamente en referendum, hubiera valido que se hubiera planteado en la campaña electoral para darle a elegir, pero desde luego no vale una reforma en verano, cuando nadie se entera, tramitada rápidamente, en un mes, sin diálogo etc. Eso es engañar. Por cierto, este "sin diálogo" me lleva al último argumento contra la reforma, que es más pragmático: En el 78, la Constitución se logró con el apoyo de la inmensa mayoría de fuerzas parlamentarias, fue un ejercicio de consenso cuyo mayor logro fue incorporar a los nacionalistas moderados. Sin embargo, esta reforma se ha hecho sin contar con nadie más que con los dos partidos mayoritarios y excluyendo del bloque constitucional a todas las fuerzas minoritarias, incluidas las nacionalistas: No tienen ni idea de lo peligroso que puede ser eso, pues si explotan políticamente esa expulsión podrían empezar a reivindicar su salida del país con más fuerza dado que ya no pueden participar en la conformación de las normas básicas de convivencia. Espero que al final la sangre no llegue al río, pero dada la influencia de los nacionalistas en la política de este país, si quieren tensar la cuerda, nos podemos temer lo peor.

 

 

 

 

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